- Reichen Robert & Associés
Grands Moulins de Pantin
Este proyecto acomete un patrimonio industrial emblemático al noroeste de París con una marcada silueta visible desde la circunvalación. Este antiguo molino de harina, actualmente en manos del Grupo BNP Paribas, cerró sus puertas en 2001. Tras casi cuatro años de construcción se ha puesto fin a una exitosa rehabilitación a gran escala.
El despacho de arquitectura que ganó el concurso en 2001, Reichen Robert & Associés, asumió el reto de reconvertir los terrenos industriales de ´Grands Moulins de Pantin´, que databan del siglo XIX, en un complejo de oficinas de cincuenta mil metros cuadrados que cumpliese con la etiqueta de calidad medioambiental HQE francesa, que tiene como objetivo conseguir una construcción sostenible que pretende mejorar la calidad medioambiental de los edificios nuevos y de los existentes. Los aspectos medioambientales se deben integrar en cada paso del proceso, incluyendo la planificación, el diseño, la construcción y la gestión. El proyecto Grands Moulins recibió la certificación para la fase de diseño e implementación. Cerca de veintidós mil metros cuadrados del proyecto comprendían la rehabilitación de varios edificios antiguos existentes. A pesar de que los edificios históricos no estaban clasificados o protegidos como tales, se debían preservar ciertos elementos del patrimonio industrial del lugar, tal y como explica Bernard Reichen. ´Teníamos una idea clara: debíamos encontrar el modo de que el edificio recobrase vida en el contexto de una nueva actividad. Para ello, preservamos todas las estructuras arquitectónicas principales, las que definían la imagen del lugar.´
Concepto
Por eso, el diseño se basó en el principio de retener los dos edificios más antiguos, a los que los arquitectos se refieren como el molino pequeño y el grande, así como el famoso puente de transporte, que actualmente tiene una nueva función, como sala de exposiciones. A través de la empresa Seralu, estos tres inmuebles rehabilitados se han dotado de sistemas de aluminio de Reynaers (CW 86-EF/VEC, CW 50-FV y XS 50-VEC) en marcos existentes, con nuevas aperturas, muros cortina y fachadas internas que se abren al atrio. Tres nuevos edificios y dos puentes para viandantes de dos pisos han sido equipados con el sistema de puertas y ventanas CW 50-FV de Reynaers, se han incorporado de modo que todo el complejo está conectado entre sí sin necesidad de salir al exterior. Esto garantiza una seguridad y confort máximos a los usuarios de esta pequeña ciudad, que está abierta las veinticuatro horas del día. Los edificios albergan los principales departamentos de la empresa BNP Securities Services, conocida como BP2S, una filial del grupo BNP Paribas, que está especializada en la gestión de activos y es el líder europeo de este sector.
El equilibrio entre rehabilitación y obra nueva
El meticuloso trabajo de este proyecto precisaba que el interior de los edificios se desmontase hasta sus cimientos, eliminando los silos y la maquinaria, reconstruyendo nuevos pisos y en muchos casos recubriendo las fachadas. Se mantuvieron los tres edificios altos y sus tejados tipo mansarda. Se derribaron dos silos y se rehabilitó el tercero, denominado el molino grande y con vistas al canal. Su elevada estructura de hormigón con pequeños ladrillos en rojo se agujereó con nuevas ventanas con secciones de XS 50-VEC de Reynaers. La planta de procesamiento de semolina de los años cincuenta se demolió y sustituyó por un edificio de tres pisos nuevo y sencillo. El ladrillo, el material característico del complejo, se ha aprovechado tanto en los edificios nuevos como en los rehabilitados. De hecho, los nuevos molinos elegantes han mantenido su silueta alta y la sala de calderas fabricada con ladrillos refractarios y la antigua sala de máquinas permanecen visibles en el centro del edificio, que se ha abierto al exterior mediante superficies acristaladas.
El aprovechamiento máximo de la luz, que forma parte del enfoque medioambiental HQE, crea una atmósfera realmente agradable en los pisos de oficinas. El aspecto más llamativo es, sin duda alguna, el atrio construido en lo que era antiguamente la sala de calderas del molino grande, un espacio grande dotado de secciones de Reynaers, dispuestas alrededor de la caldera original. Antes de cerrar sus puertas, en el molino de harina trabajaban unas cuatrocientas cincuenta personas. Actualmente, el lugar está fuertemente protegido y comprende tres mil doscientos puestos de trabajo, ochocientas plazas de aparcamiento y dos restaurantes para personal con capacidad para dos mil doscientos comensales y que dependen de una cocina central. El lugar ya no sirve como depósito de sacos de harina, sino que alberga servicios financieros y salas de operaciones, provistas de la tecnología de información más avanzada del sector. Algunas personas consideran incluso que la historia de la ´harina´ (la palabra francesa blé significa trigo, pero también dinero en el argot parisino) no se ha perdido.
Sistemas Reynaers utilizados
Colaboradores participantes
Arquitecto
- Reichen Robert & Associés
Elaborador
- Seralu
Fotógrafo
- Thierry Poiblanc
- Luc Boegly
Otras partes interesadas
- BNP Paribas Immobilier (General contractors)
- Sophie Roulet (Authors)