El aluminio, un revulsivo arquitectónico
La arquitectura inspira, define tendencias y ayuda a conformar nuestra visión del mundo. No es de extrañar que materiales tan versátiles como el aluminio hayan contribuido a crear algunos de los proyectos arquitectónicos más atractivos y sostenibles. Repasamos los orígenes de la arquitectura de aluminio.
En arquitectura, el aluminio puede realizar lo que otros materiales de construcción comunes, como el ladrillo y la madera, no pueden. Es fuerte pero ligero, resistente a la corrosión, infinitamente reciclable y se le puede dar casi cualquier forma. A lo largo de los años, el aluminio ha revolucionado la arquitectura contemporánea. Le mostramos por qué generaciones de arquitectos, fabricantes y propietarios de viviendas han trabajado y siguen prefiriendo el aluminio.
Desde los humildes comienzos hasta los logros más importantes
A principios del siglo XX, el aluminio no se utilizaba mucho en arquitectura e ingeniería debido a su coste. Pero gracias a la innovación del proceso de producción en la década de 1920, el coste del aluminio se redujo en un 80%, lo que abrió muchas oportunidades. El metal se popularizó para aplicaciones estructurales y para su uso en numerosos componentes de construcción. Un cambio radical para puertas, ventanas, sistemas de corredera, cubiertas, protección solar y muros cortina.
A lo largo de los años, el aluminio ha revolucionado la arquitectura contemporánea.
El aluminio pronto empezó a aparecer en famosas obras maestras de la arquitectura, como el Empire State Building de Nueva York. Terminado en 1931, fue el edificio más alto del mundo hasta 1970. Su estructura básica y sus componentes eran de aluminio, y el interior y el vestíbulo también estaban acabados con este material.
A mediados del siglo XX, arquitectos emblemáticos experimentaron ampliamente con el aluminio. Un interesante ejemplo temprano de arquitectura modernista que emplea este material es la Aluminaire House, la primera casa totalmente metálica de Estados Unidos, diseñada por Lawrence Kocher y Albert Frey. Situada en Palm Springs (California), la casa está totalmente hecha de materiales donados y se construyó en sólo diez días. Es un ejemplo mundialmente conocido que muestra las posibilidades ilimitadas del aluminio.
Superar los límites de la construcción ecológica
El aluminio ha seguido ampliando fronteras en el siglo XXI. Las modernas aleaciones de aluminio soportan fácilmente el peso de pesados vanos de vidrio, ofreciendo al mismo tiempo un máximo de entrada de luz natural. Los rascacielos actuales, con una combinación de marcos de vidrio y aluminio, consiguen formas y alturas que desafían la gravedad, con una reducción significativa de las emisiones de carbono.
Con un énfasis cada vez mayor en la construcción ecológica y la eficiencia energética, personas de todo el mundo prefieren el aluminio como uno de los materiales de construcción más sostenibles. Gracias a su extrema durabilidad, el aluminio puede utilizarse en cualquier clima y le seguirá proporcionando una excelente protección. La tecnología de aislamiento utilizada en las ventanas de aluminio es la respuesta de futuro a la mayoría de los requisitos de bajo consumo energético.
Además, al final del ciclo de vida del producto, el metal se funde para formar aluminio nuevo sin pérdida de calidad. Gracias a esta infinita reciclabilidad, los edificios de aluminio han ganado numerosos premios sostenibles, como LEED Platinum y BREEAM Outstanding. Esto convierte al aluminio en el socio óptimo de la construcción ecológica para cualquier proyecto, incluido el suyo.
Copyright
Axis Towers - Nino Mosulishvili, Nikoloz Kilasonia, Alexander Meshevidze, Gega Astakhishvili (arquitectos); Tamar Digmelashvili (fotógrafo)
Perth Arena - ARM Architecture & CCN Architects (arquitectos), Stephen Nicholls (fotógrafo)